Podría buscar en el jardín de su vida, pero seguro que todas las flores ya se marchitaron, y solo encontrare restos secos, podridos, comidos por el tiempo… podría ayudarte, podría a hurtadillas colarme, podría plantarte mil semillas de mil flores distintas, pero creo que antes de eso, debería revivir mi bosque, fresco y joven, regado por el agua más dulce, el agua del cielo, el agua que mezclada con el sol, dibujaran un arcoíris en el firmamento, mi firmamento. Me alimento de eso, porque, como Amaral dice en una de sus canciones “para renacer de nuevo una flor en el invierno”… Porque el invierno se acerca, y el otoño ya se ha llevado todas las hojas, las flores que podía, ha marchitado todo lo que en su estación no merecía la pena, te ha marchitado, el viento como a las hojas secas, te ha arrastrado, me ha arrastrado, pero yo soy una de esas flores que renacen en el invierno… Cuando quieras abrir los ojos, la flor más hermosa aparecerá ante tu mirada, pero cuidado, tiene espinas y escuece solo con rozarla, solo acta para manos privilegiadas.
De vez en cuando me pregunto.
Pregunto.
Silencio.
Yo, soy la única respuesta.
Silencio.
Nadie da más respuestas.
Más silencio.